Nos parece interesante y emocionante recuperar los sentimientos que se viven cuando se recibe una carta o un paquete por correo postal. En la sociedad de la inmediatez, nos parece primordial vivir la espera como crecimiento de la emoción y del deseo.
Recibimos una caja con un peluche de oso con el nombre Ñum-Ñum para los niños y niñas de Francia. Pensamos cómo hacérselo llegar, querían ir en coche, en autobús, en avión… Como no era posible, se decidieron por “dárselo al cartero”, “meterlo en el buzón… Preparamos la carta y el sobre escribiendo el destinatario y el remitente para llevarlo a correos. Como no podemos ir todos, decidimos hacer fotos del proceso de envío.
Ver la carta en la balanza nos hizo pensar en objetos que pesarían más o menos que el oso Ñum-Ñum, los pesamos en la balanza… En la clase de 4 años a comparar el peso individual. Entre sus hipótesis expresaron que en el suelo pesaban más que si se situaban encima en la mesa. Una manera de expresar que al levantar los pesos desde el suelo les suponía un mayor esfuerzo que si lo cogían de la mesa. Pudimos comprobarlo por la forma en que ponían palabras a la acción y la expresaban con su cuerpo. Para reflexionar sobre esta idea, se pesaron en el suelo y encima de la mesa para comprobar qué ocurría.
Aquí podéis ver lo que ocurrió al recibir la carta en Francia
http://gsmdj.etab.ac-lille.fr/2017/10/04/larrivee-de-num-num-enfin/
Después de unos días recibimos una carta de Francia,
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